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La prensa alemana no puede creer lo que está pasando en Perú

Chiclayo, la ciudad costera del norte peruano, está viviendo un momento único: por primera vez en su historia, se convierte en el centro de atención del mundo entero. ¿La razón? El nuevo Papa es peruano —y no cualquier peruano: es el antiguo obispo de Chiclayo.



Captura: zdf
Captura: zdf

Un Papa que hace historia

En su primera aparición pública como Papa León XIV, el nuevo pontífice sorprendió al mundo al dedicar unas palabras a su antigua diócesis: “A mi querida diócesis de Chiclayo en Perú.” Fue suficiente para que los reflectores internacionales se volcaran sobre esta ciudad de más de 600.000 habitantes, hasta ahora casi desconocida fuera del país.

La televisión alemana, sorprendida por la reacción popular y el impacto mediático, se embarcó en una cobertura especial que incluyó una visita a Chiclayo, organizada en tiempo récord por las autoridades locales. Un autobús, preparado exclusivamente para la prensa internacional, condujo a los periodistas por los sitios clave del paso del nuevo Papa por esta región.


Orgullo local, recuerdos y esperanza

En cada parada, se respiraba orgullo y emoción. Desde la escuela de los agustinos donde el entonces obispo Robert Francis Prevost solía oficiar misa, hasta la cocina solidaria que él mismo fundó para ayudar a refugiados venezolanos, la historia de este nuevo Papa está profundamente enraizada en la vida cotidiana de los chiclayanos.

"Él no venía como el obispo, sino como uno más," recuerda la señora Rosa, cocinera en la parroquia. "No tengo fotos con él, pero lo llevo en mi corazón. Allí nunca se pierde."

Para los habitantes de Chiclayo, no se trata solo de un líder espiritual: es alguien que compartió su mesa, sus preocupaciones y sus sueños.


Entre souvenirs y sueños de Mundial

El entusiasmo no se limita a la costa norte. En Lima, la capital, los mercados y tiendas se llenan de camisetas con la imagen del Papa. En el distrito textil de Gamarra, la creatividad no tiene límites: el pontífice aparece estampado junto a platos típicos peruanos, Machu Picchu y hasta en camisetas de fútbol del Bayern Múnich o el Barcelona.

"El Papa Francisco bendijo a Argentina y ganaron el Mundial. Ahora el Papa es peruano, ¡y nosotros también vamos a clasificar!", afirma una comerciante entre risas y esperanza. Su esposo agrega: “No, no solo vamos a clasificar… ¡vamos a ser campeones del mundo!”



Captura : zdf
Captura : zdf

¿Un cambio real para el país?

Más allá del folclore, muchos peruanos sienten que este momento puede marcar un antes y un después. En un país golpeado por la corrupción, la violencia y la inestabilidad política, la elección de un Papa peruano despierta un anhelo de renovación moral.

"Perú necesita más ética, más principios, y la religión puede dar eso," explica un joven en la Plaza Mayor de Lima. Otros esperan que el nuevo foco internacional motive a las autoridades a invertir en infraestructura, salud y educación.


Un mensaje que no necesitó agencias de publicidad

Lo resume mejor que nadie el gobernador regional: “Ninguna agencia publicitaria logró lo que el Papa consiguió en solo 20 segundos: poner a Chiclayo y a todo el Perú en la mirada del mundo.”

Y en efecto, la prensa alemana, acostumbrada a cubrir temas políticos, económicos o conflictos internacionales, ha quedado fascinada por esta historia de fe, comunidad y redescubrimiento. En medio de la globalización y la desconfianza generalizada en las instituciones, un hombre que comía con los pobres y caminaba entre los suyos ha logrado lo impensable: hacer soñar a todo un país.


Aqui puedes ver el informe de la tv alemana





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